Esto debe ser lo último y más nuevo en adicciones: Aquí tienen a Ayana, una mujer de 54 años que se rehusa a cortarse las uñas de las manos y de los pies, pues las consideras sus "bebés". Ella empezó con las uñas de las manos a la edad de 24 y luego también pasó a los pies.
Como verán, las actividades del día a día se le hacen casi imposibles de realizar por lo largas que son sus uñas. Cosas como subir escaleras o ¡el simple hecho de caminar! se le dificulta.
Ella misma reconoce que la gente se ríe cuando la ve, pero eso no le importa.
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