Así lloró Kendra, muy desconsoladamente, abandonando el Sun Stadium, al final del Super Bowl en Miami, con su bebé en brazos.
Parece que no le gustó que el equipo de su esposo, Hank Baskett (Colts) perdiera antes los Saints.
Actualización: Horas después Kendra pondría en su Twitter, que lloró porque no le gusta que los paparazzi se acerquen a su familia...
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